Estoy tan fanatizado con mi blog que pienso escribirle algo. No sé, podría ser algo así como mi blog y yo: “Mi blog es pequeño peludo y suave” o tal vez una canción como “El blog está en el aire” o algo más clásico como “Blog en sol mayor”. Quizá podría escribir un libelo político del tipo “Mein Blog” o algo misterioso como “el Blog de la calle Morgue”… no sé.
Ya he concurrido a mi psicólogo para ver que puede hacer por mí, pero nunca me atiende porque está todo el día metido en su propio blog, entonces me vuelvo caminando mientras pienso en mi blog. Qué sé yo. Podría escribir la historia de un blog imposible, o “Tres hombres y un blog” (con fantasma de cartón y todo) o una serie protagonizada por el Capitan Kirk y el señor Blogspot. Calculo que si sigo así el día que me ahogue en vez de hacer “glu, glu” voy a hacer “blog, blog” (que suena a gas abajo el agua)
La cosa es que estoy pasando mucho tiempo en esto. A veces entro a mi blog por entrar, a ventilarlo, le abro las ventanas, le barro el porche… un día me voy a ir a vivir ahí, y al que no le guste que se vaya a lavar el blog (si tiene) A llorar al blog del fondo, joder. En fin, creo que ya se me va a pasar… pero por las dudas voy a ver mi blog, no sea que le falte algo.
